PRIMER CASO DE CORONAVIRUS EN EL VATICANO

Matteo Bruni, portavoz de la Santa Sede, anunciaba esta mañana que el ambulatorio vaticano se encuentra, de forma temporal, cerrado después de que ayer un paciente diera positivo en la prueba del coronavirus, mientras el Papa sigue apartado de toda actividad en público por un “resfriado leve”. En Italia, esta epidemia ya ha contagiado a más de 3.800 personas.

Aunque el ambulatorio está clausurado, el servicio de urgencias se mantiene abierto mientras que el centro médico se desinfecta. Este centro de salud atiende a la mayoría de los 400 habitantes del Estado de la Ciudad del Vaticano y a los más de 4.000 trabajadores de la Curia romana.

El primer caso confirmado de esta enfermedad dentro del Vaticano ha llevado a que se lleven a cabo pruebas de coronavirus a aquellas personas que han tenido contacto con el afectado, en particular en la Secretaría de Estado. Asimismo, Bruni ha explicado que se han puesto en marcha los protocolos sanitarios previstos para estos casos.

La Santa Sede está estudiando cómo cumplir con las normas de las autoridades italianas para evitar más contagios, entre las que destacan la prohibición de celebrar encuentros multitudinarios porque es necesario mantener un metro de distancia entre persona y persona. Si el Vaticano aprobara estas medidas tendría que interrumpir las audiencias generales de los miércoles y los rezos del Ángelus de los domingos, ambos eventos presididos por el Sumo Pontífice.

El martes, el diario ‘Il Messaggero’ informó de que el Papa Francisco había dado negativo en las pruebas del coronavirus. Fue el propio Jorge Mario Bergoglio, el que, tras dirigir el rezo del Ángelus el pasado domingo, contó que estaba resfriado y que, por ello, debía quedarse en la Domus Santa Marta, residencia en la que vive y seguir desde allí los ejercicios espirituales. Igualmente, Bruni confirmaba el martes que el Papa seguí resfriado y que no tenía “síntomas propios de otras patologías”.

BEATRIZ DÍAZ DEL POZO.