PERÚ CIERRA SUS CÁRCELES HASTA EL 26 DE ABRIL POR EL CORONAVIRUS

View of the corridor separating the containment areas of the Ancon 2 prison, part of the Piedras Gordas Model Penitentiary complex, some 12 kilometers north of Lima, on August 22, 2013. The Peruvian National Penitentiary Institute (INPE) has developed a teaching-working system for men and women inmates in this high security installation. Held in single cells, those inmates who choose not to study or work are moved to lesser equipped jails under traditional regulations. Most women convicted on drug trafficking charges are held in this facility. AFP PHOTO/CRIS BOURONCLE (Photo credit should read CRIS BOURONCLE/AFP via Getty Images)

Tras el fallecimiento de un detenido en la prisión Sarita Colonia del Callao, cerca de Lima, que dio positivo en Covid-19, la detección de otros cuatro infectados, y la realización de más de 100 pruebas rápidas a internos, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) de Perú ha decidido no recibir nuevos detenidos en las prisiones mientra dure la emergencia por el Covid-19. Es decir, hasta el 26 de abril.

Este miércoles, Martín Vizcarra, presidente de Perú, prorrogó por 15 días más la cuarentena y el toque de queda para contener el avance del virus, que debía terminar este domingo, día 12. La Dirección Regional de Salud de Callao reportó que ha entregado a la prisión de la provincia 1.000 pruebas rápidas de detección del virus, y, aunque el martes el Ministerio de Salud indicó que han realizado 161 test en esa cárcel, ni esa entidad ni el propio INPE, que depende del Ministerio de Justicia, informan de cuántos son los presos diagnosticados como positivos.

El INPE comunicaba este fin de semana que un trabajador de la Carceleta de Lima resultó infectado y por ello cerraron el lugar y trasladaron a los detenidos a otros recintos.

La entidad cerró la prisión de Sarita Colonia el lunes, pero la decisión se hizo pública la tarde del miércoles, y también informó del traslado de 160 adultos mayores a un centro de capacitación penitenciario en el Callao. El comunicado del sistema penitenciario añade que usará la antigua prisión de San Jorge, en el centro de Lima, para que sirva como lugar de aislamiento de presos infectados por el coronavirus.

La medida no ha sido bien recibida entre los fiscales, quienes se preguntan qué ocurrirá con quienes están siendo detenidos por delitos como feminicidios, violencia sexual y narcotráfico, que siguen cometiéndose en medio de la emergencia sanitaria. Asimismo, por el incremento del control policial y del Ejército que vigilan que se cumpla el toque de queda y las medidas de inamovilidad social, también hay ciudadanos con orden de búsqueda que están siendo detenidos.

Beatriz Díaz del Pozo