BUTÁN, EL ÚNICO PAÍS QUE NO TIENE NINGÚN INFECTADO POR CORONAVIRUS

El reino de Bután, conocido como “el país más feliz del mundo”, tiene el privilegio de ser uno de los menos afectados por la pandemia del coronavirus, concretamente, para ser exactos, sólo ha afectado a un turista, pero no a sus habitantes. Pese a ser uno de los países colindantes con China, goza de un éxito en el que ha tenido mucho que ver el cuidado que puso el propio rey Jigme Khesar Namgyal Wangchuck para impedir que el virus se expandiera una vez que fue detectado el primer caso positivo.

Éste, se llama Bert Hewitt, un jubilado de Maryland (EEUU) cuya pasión por la escalada le llevaba a viajar a remotos lugares. Tras superar un cáncer, el físico de 76 años decidió emprender junto a su pareja, la psicóloga Sandi Fischer, una de sus rutas soñadas: desplazarse a la India y después cruzar a Bután, el pequeño reino de menos de 800.000 habitantes ubicado en la cordillera del Himalaya, lindante con gigantes como la India y China.

Todo sucedió el 5 de marzo. Según detalla The Washington Post, el rey, de 40 años, supervisó personalmente la localización de los contactos directos e indirectos que habían tenido el paciente y su mujer en Bután para su consecuente puesta en cuarentena, permaneciendo toda la noche pendiente de la operación.

El monarca se preocupó del bienestar del enfermo, al que le envió “una colcha y dos pijamas de seda azul” al hospital en el que estaba ingresado. Enterado de que era físico de profesión, durante una de las llamadas telefónicas que Khesar Namgyal Wangchuck realizó a la esposa del paciente para preocuparse por su salud, incluso se mostró interesado “en hablar con él de agujeros negros algún día”.

El 19 de marzo, el rey comunicaba a los butaneses otra feliz noticia, la del nacimiento de su segundo hijo, aunque insistía en la necesidad de no bajar la guardia. «Aunque esta es una noticia feliz para la familia real, la nación y el pueblo de Bután, Sus Majestades desean recordar a todos los butaneses que sean conscientes, responsables y que se apoyen mutuamente a raíz del virus COVID-19. Sus Majestadas tienen presentes a todos cuyas vidas se han visto afectadas por esta pandemia global y oraciones».