LA IRRESPONSABILIDAD DE DONALD TRUMP PROVOCA QUE UN FABRICANTE TIRE A LA BASURA LA MITAD DE SU PRODUCCIÓN

El fabricante de test para detectar el coronavirus, Puritan Medical Products, con sede en la localidad de Guillford, Maine, Estados Unidos, ha destruido parte de su producción después de que el presidente de los EEUU, Donald Trump, visitara las instalaciones de la compañía sin usar mascarilla. El presidente, no llevaba ningún tipo de protección necesario. Aunque no habló con empleados, llegó a coger un hisopo y simuló que realizaba una prueba con él. Los trabajadores, mientras tanto, llevaban batas de laboratorio, redecillas de pelo y calzas.

«El funcionamiento de las máquinas de la fábrica es muy limitado hoy y sólo ha ocurrido cuando el presidente recorra el piso de las instalaciones», dijo Virginia Templet, gerente de la compañía a USA Today en respuesta a preguntas sobre el evento. «Los hisopos producidos durante ese tiempo serán descartados», añadió.

Puritan Medical no ha especificado cuántos test tendrán que ir a la basura, pero ha asegurado que sólo se tirarán los test fabricados durante la visita de Donald Trump, aunque ha señalado que se trata de una producción «limitada». Sin embargo, la interrupción se produce cuando los funcionarios de salud pública en Maine y otros estados se han quejado del contratiempo en esta fábrica ya que la escasez de hisopos ha obstaculizado su capacidad para ampliar masivamente las pruebas de coronavirus.

En los últimos días, Trump ha visitado varias empresas. Quiere llamar la atención sobre el esfuerzo de su administración para aumentar las herramientas necesarias para combatir el coronavirus. Entre ellas, ha visitado la fábrica de Ford Motor que fabrica EPIs y una planta en Arizona que fabrica respiradores. En todas ellas, ha aparecido sin mascarilla. Ha dejado muy claro que no quiere que la prensa le fotografíe con ella puesta, y ha recordado las pautas de los Centros para el control y Prevención de Enfermedades recomienda, pero no obliga, al uso de mascarillas.