ALEMANIA CONFINA A MÁS DE 300 MIL PERSONAS POR UN REBROTE DE CORONAVIRUS

El multitudinario brote de coronavirus del matadero de la empresa cárnica Tönnies ha obligado a las autoridades del estado federado de Renania del Norte Westfalia a parar la desescalada en la región de Gütersloch en la que se ubica el matadero y planta de empacado de dicha empresa. Desde el sábado, 1.500 trabajadores han dado positivo de una plantilla de 6.000.

Armin Laschet, primer ministro renano, ha confirmado que todas las medidas de prevención ordenadas en marco vuelven a entrar en vigor hasta el día 30 con posibilidad de ampliar este plazo. Gütersloch, distrito administrativo cercano a Holanda, tiene una población de 362.000 habitantes.

Con la vuelta de estas medidas de seguridad, teatros, restaurantes, museos, colegios, guarderías y gimnasios cierran sus puertas y regresan a las restricciones a la vida social y la movilidad. Asimismo, quedan prohibidas todas las actividades culturales al aire libre y las barbacoas.

«Ponemos coto a la región por prevención, para evitar la expansión de ese brote, precisar su dimensión y localizar al paciente cero», ha explicado Laschet. También, se realizarán test masivos dentro del distrito. Hasta el momento, sólo se han detectado 24 casos de Covid-19 que no guardan relación directa con los empleados de la empresa, una de las más importantes de la industria cárnica de Alemania.

Todos los trabajadores de Tönnies, unos 6.000, están obligados a guardar cuarentena y dado el alto porcentaje de trabajadores del Este de Europa, el gobierno regional pondrá a su disposición traductores de polaco, rumano y búlgaro.

Para asegurar la cuarenta y las restricciones a las que deben someterse todos los habitantes de esta población, el gobierno regional enviará al distrito de Gütersloch un total de 300 policías repartidos en equipos móviles.

Mientras tanto, en buena parte del país no ha habido apenas nuevas infecciones. Sin embargo, los brotes registrados en un matadero de Gütersloch, así como en un bloque de viviendas de Gontinga evidencian el riesgo de contagio.

Beatriz Díaz del Pozo