MILES DE BRITÁNICOS OCUPAN LAS PLAYAS DE BOURNEMOUTH EN PLENA PANDEMIA

Miles de británicos fueron a las playas de Bournemouth en plena ola de calor. La afluencia fue tan masiva que el Ayuntamiento local declaró un «incidente mayor» y la policía tuvo que pedir a los bañistas que abandonaran la playa, ante la petición desesperada del asesor médico del Gobierno, Chris Witty: «El coronavirus volverá si no se respeta a la distancia social».

Las llegadas masivas de ingleses a las playas del sur del país se ha producido apenas tres días después de que Boris Johnson proclamara «el fin de hibernación nacional» y anunciara el siguiente paso en la desescalada con la reapertura de hoteles, los restaurantes y los pubs el 4 de julio. Sin embargo, a pesar de que Johnson anunció su decisión de recortar a la mitad la distancia social a partir de ese día, Witty ha insistido públicamente en la necesidad de mantener los dos metros cuando sea posible.

No obstante, en las playas de Bournemouth y Durdle Door, los bañistas ocuparon todo hueco sin respetar ninguna distancia. El primer día, la policía se colapsó y no intervino. Simplemente se recomendó a los visitantes que «actuaran responsablemente».

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Bournemouth tomó la decisión de declarar «incidente mayor«, una medida que sirvió para activar la respuesta de emergencia.

«Son absolutamente chocantes las escenas que estamos presenciando en nuestras playas», advirtió la concejala local Vikki Slade. «La conducta irresponsable de mucha gente está poniendo al límite nuestros servicios, hasta el punto en que era imposible garantizar la seguridad. No hemos tenido más remedio que declarar una situación de emergencia», declaró.

De igual manera, el Ayuntamiento informó que más de 33 toneladas de basura fueron recogidas de las playas este jueves. Además, se impusieron 558 multas, todo un récord.

Estas estampas playeras ocurrieron horas después de los enfrentamientos en los que resultaron heridos 22 policías al intentar disolver una fiesta ilegal en las calles de Brixton, al sur de Londres.

Beatriz Díaz del Pozo