VIAJES PRECAVIDOS EN SEPTIEMBRE

Tras una temporada alta de verano con gran aumento de contagios por COVID-19, el sector del turismo se mantiene inestable, con un serio desplome de viajeros y cancelaciones de reservas. El turismo, gracias a las medidas de prevención contra el virus y su gran fluidez por su lucro, en se ha mantenido activo en todas sus categorías, pero en el verano ha constituido un factor de riesgo al que muchas personas han optado por no correrlo.

En cada país y región del mundo, el coronavirus afecta en mayor o menor medida, dependiendo sobre todo de en qué época se sufren mayores contagios y del desarrollo económico. Países de Latinoamérica como México, Ecuador y Brasil fueron algunos de los primeros en reabrir sus fronteras en septiembre, aunque en ellos las condiciones sanitarias son aún precarias.

En Europa, la situación se ha agravado en algunos países mientras que en otros se mantiene de forma prolongada, y la mayoría de los países europeos están incluidos en la lista de riesgo de Estados Unidos. Una medida a la que han recurrido muchos turistas es aplazar sus viajes a épocas de mayor tranquilidad, como España, el país de la Unión Europea con mayor índice de contagios, donde hay tendencia a la preferencia por septiembre para viajar, por lo que lo llaman «el nuevo julio».

Una razón general de este cambio de fechas es que, debido al estado de alarma, casi todos los eventos o actividades programados que se pueden mantener con precaución se han permitido aplazamientos. También se debe señalar la ventaja de la temporada baja, que supone cierta reducción de precios y una temperatura más equilibrada.

En el momento de viajar, lo más importante a considerar son las medidas que se deben prolongar mientras el virus constituya un peligro mundial. Una de las más destacadas en muchos países es la cuarentena obligatoria de catorce días para viajeros recién llegados, además del uso de mascarilla y desinfectante de manos. Una recomendación general es permanecer en el territorio nacional en las vacaciones, pero dados los constantes movimientos internacionales por ocio o trabajo, las medidas deben endurecerse especialmente en los alojamientos, medios de transporte y demás establecimientos públicos donde más se deben evitar aglomeraciones.