EL TEATRO REAL SUSPENDE SU FUNCIÓN TRAS LAS PROTESTAS DE SUS ASISTENTES POR UN INCUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVA COVID

El Teatro Real de Madrid suspendió anoche la ópera “Un Ballo in Maschera” (Baile de máscaras), de Verdi, tras las protestas de un sector del público por no cumplirse las medidas de distanciamiento social contra el Covid-19. Lo ocurrido fue difundido en Twitter por los asistentes. Muchos de ellos aseguran que este incumplimiento de la norma solo se daba en los asientos más baratos. El teatro ha asegurado que la normativa se cumplió y que se abrirá una investigación.

El pase de las 20 horas se empezó a retrasar cuando el público instalado en las zonas altas del teatro comenzó a hacer escándalo, en protesta al incumplimiento de la norma de distanciamiento social. Según narró una twittera, pasados los ocho minutos de la hora a la que debía haber arrancado la función, la protesta continuaba y, quince minutos después, algunos comenzaban abandonar la sala.

A los 20 minutos, el Teatro Real anunciaba por megafonía que el público podía abandonar la sala y realizar una reclamación si lo deseaba. Además, también anunció que se devolvería el dinero a ese público y ofreció una reasignación de asientos. Sin embargo, los asistentes respondieron pidiendo la suspensión de la obra y, a pesar de los intentos de comenzar la ópera, las voces de los asistentes gritando a coro “Suspensión, suspensión” y “Seguridad, seguridad” hicieron imposible este comienzo.

Pasados los tres cuartos de hora, la obra aun no había comenzado. Ante la voz de megafonía que recordaba la devolución del importe y anunciaba el comienzo de la obra en cinco minutos, el público respondía que se suspendiera la función. El Teatro Real continuó con sus planes de realizar la obra, pero esta apenas duró diez minutos, ya que el público continuó boicoteándola con sus gritos.

Finalmente, la policía se personó en el teatro para desalojar la sala y suspender la función. Tras suspender la obra, el teatro anunció por megafonía a sus asistentes que se estaba cumpliendo la normativa de permitir un aforo al 50% de la capacidad real, algo que volvió a levantar el revuelo entre los asistentes, que consideraban que esas afirmaciones eran falsas. A la salida, se volvieron a crear aglomeraciones para realizar las reclamaciones pertinentes en el vestíbulo del teatro.

Por su parte, el Teatro Real ha lanzado un comunicado de prensa en el que narra su versión de los hechos. En dicho comunicado asegura que se estaba cumpliendo la normativa vigente contra el Covid-19 y que fue un grupo minoritario el que boicoteó la obra. También ha anunciado que se abrirá una investigación y se tomarán las medidas necesarias para que en las próximas ocasiones  la función se desarrolle con normalidad.