UN GORILA ATACA A SU CUIDADORA EN EL ZOO DE MADRID

Una cuidadora del Zoo Aquarium de Madrid se vio ayer atacada por uno de los gorilas de los que se encargaba cuando esta fue a entregarle el desayuno. Según declararon fuentes de Samur-Protección Civil, la mujer acabó gravemente herida, por lo que se le tuvo que enviar al Hospital Clínico San Carlos con traumatismo craneoencefálico, algunas fracturas de tórax y otras fracturas abiertas en sus miembros superiores.

Poco después de las 10 de la mañana, la trabajadora entró a las instalaciones para repartir los desayunos y limpiar y reparar el lugar. La mujer se encontraba en una zona interior, acotada y con triple puerta cuando el gorila, de nombre Malabo, se abalanzó sobre ella. Malabo, un macho de 200 kilos y 29 años, se vio sorprendido por su cuidadora y reaccionó atacando, según ha narrado la portavoz del zoológico María José Luis.

Tras esto, inmediatamente se activó el protocolo de seguridad, alejando al animal de la mujer entre varios cuidadores con el humo de unos extintores. Después, se tranquilizó al gorila con un dardo anestesiante y se le trasladó a su dormitorio. Agentes de la Policía Municipal y un equipo de Protección Civil se desplazaron al lugar para atender a la cuidadora e investigar lo ocurrido, que se ha catalogado como un “accidente laboral”.

Las instalaciones del Zoo se mantuvieron cerradas a primera hora, organizándose colas entre los asistentes. El zoológico alegó «problemas técnicos» hasta que se trasladó a la cuidadora al hospital. Tras esto, las puertas se abrieron, aunque las instalaciones de los gorilas permanecieron cerradas durante todo el día.

El Zoo Aquarium ha declarado que Malabo fue criado en sus propias instalaciones y que es muy querido por sus cuidadores. Se trata de un animal “protector con el grupo, cercano con sus cuidadores y tiene un carácter pacífico”, por lo que se encuentran sorprendidos por su reacción. Igualmente, la entidad también ha recordado que las reacciones de los animales son imprevisibles.

La portavoz del lugar ha reiterado varias veces que lo que más le preocupa al Zoo es que la cuidadora evolucione favorablemente.