¿TENÍA EVA BRAUN OTROS AMANTES?

Eva Braun fue la pareja del dictador alemán Adolf Hitler por quince años, desde que le conoció cuando él cobraba un importante auge político y ella era asistente fotógrafa, hasta que ambos cometieron suicidio juntos en el búnker de Berlín el 30 de abril de 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial estaba perdida. Un día antes, ambos habían contraído matrimonio en una ceremonia privada, el último gran deseo de Eva antes de dejar el mundo. La relación entre ambos no fue fácil, dado que, imponiendo ante todo su deber para con Alemania, Hitler apenas dedicaba atención a su amante y la mantenía a su sombra con mucha discreción.

No se casaron hasta que decidieron poner fin a sus vidas porque Hitler quería permanecer soltero para asegurarse una imagen pública atractiva que llamase la atención de las mujeres. Hitler siempre declaraba que su amor estaba reservado a Alemania y Eva en un principio nunca fue vista en público. De hecho, ella nunca perteneció al Partido Nazi y tenía que ausentarse de las reuniones importantes de Hitler. Cuando él accedió a canciller, Eva se sentía cada vez más sola y abrumada e intentó suicidarse dos veces, disparándose e ingiriendo muchos somníferos.

Eva Braun pudo dejar de estar en la sombra luego de que su hermana Gretl se casara con Hermann Fegelein, un general de la policía militar SS, de modo que en los actos públicos Eva era presentada oficialmente como cuñada de Fegelein. Solo unos pocos del círculo personal de Hitler supieron de su relación con Eva en aquel tiempo y a su vez ella fue despreciada por algunas de las altas personalidades nazis. Sin embargo, es posible que existiese, por llamarlo de alguna forma, un acto de infidelidad entre Eva y Fegelein.

Lo evidente es que Fegelein se ganó la reputación de arribista, tenía una personalidad muy consentida y su primer paso para relacionarse con el poder fue su oficio como ayudante personal del líder de las SS Heinrich Himmler. El matrimonio con Gretl Braun fue arreglado y ventajoso, pero Fegelein tuvo una vida extramarital. En plena batalla de Berlín y con Gretl embarazada, Fegelein estaba preparándose para fugarse con una amante cuando fueron detenidos por la policía secreta Gestapo. Acusado de deserción y de colaborar con Himmler para una negociación clandestina con los Aliados, Fegelein acabó fusilado.

Teniendo en cuenta estos detalles, no hubiese sido muy raro que Eva y Fegelein, que se conocieron bien y pasaron mucho tiempo juntos, llegaran a tener un breve romance, ella por agobio y él por promiscuidad. De haber sido así, seguramente ocurrió en los últimos meses de la guerra en Berlín, ya que en enero de 1945, Eva se había trasladado al búnker para estar con Hitler, cuando los soviéticos se estaban acercando velozmente a la ciudad.

La infidelidad de Eva no se sabe con total certeza y, desde luego, ella se acabó manteniendo leal al Führer hasta la muerte y no quiso abandonarlo. Se sentía muy afortunada de estar con él aunque la guerra los mantuviese más distantes aún. Muchos la describen como una rubia que vivía «en una burbuja», estaba cegada por una ilusión que en realidad constituía una perversidad por estar con uno de los peores villanos de la historia, pero Eva admiraba a Hitler, le sirvió de apoyo en la intimidad y nunca se entrometió en sus asuntos políticos.