LA ISLA DE LAS TENTACIONES TUVO FINALES MUY TENSOS

En la segunda mitad de septiembre de 2020 se estrenó nuevamente La isla de las tentaciones, el reality que arrasó en España en los primeros meses del mismo año. Su reciente segunda edición no ha sido muy diferente de la primera; se ha mantenido un nivel de audiencia similar, en torno a un 1% menos que la anterior, mientras que las historias sentimentales han sufrido grandes cambios. Básicamente, las parejas protagonistas vieron sus relaciones muy afectadas hasta el punto en que casi todas se han separado.

En las dos ediciones, las relaciones puestas a prueba se han alterado de forma muy similar; hubo quienes no pudieron resistirse a la tentación, mientras que muchos otr@s vieron en sus parejas aspectos o comportamientos que no les gustaban aunque no hubiera infidelidad. Se trata de incomodidades a nivel personal que bien podían ser fruto de la desconfianza. De esa forma surgieron heridas emocionales que, de una forma u otra, sucumbieron en la ruptura. Por otra parte, hubo parejas que abandonaron el programa juntos, con planes de futuro, pero que posteriormente rompieron al cabo de un tiempo.

Meses después de las galas en República Dominicana hubo un encuentro entre la presentadora Sandra Barneda y las parejas y ex parejas, así como ha proseguido el Debate de las Tentaciones presentado por Carlos Sobera. El programa dio lugar a nuevas relaciones pero también a mucha polémica por las discusiones generadas tanto entre los participantes (parejas iniciales y tentadores) como en personas relacionadas. Solo hay una pareja del reality que por el momento ha sobrevivido en la segunda edición: Alessandro y Patricia.

Estas historias constituyen la mayor prueba de amor hasta el momento. Incluso cuando se habían producido cambios en las parejas en la isla caribeña y las rupturas habían dado lugar a nuevas relaciones, las discusiones y especulaciones en los medios de comunicación se prolongaron. Para los participantes, la experiencia ha podido ser reconfortante y/o un paso difícil para, al final, descubrir cosas que no sabían y vivir cambios importantes. Ningún romance, ex romance o nuevo romance ha estado a salvo y ha parecido como una guerra; lo peor ha sido la falta de cordialidad y el ambiente «de guerra», como es el caso de Marta y Lester.