67 JÓVENES DESALOJADOS DE UNA FIESTA ILEGAL EN UN CONVENTO DE DERIO, VIZCAYA

La Ertzaintza ha identificado a 67 jóvenes que celebraban una fiesta ilegal la pasada noche del lunes 7 de diciembre en un convento de Derio. El descontrolado evento requería de 10 euros de entraba e incumplía varias restricciones impuestas por el coronavirus, como el número de personas reunidas o el toque de queda.

Música, fiesta, alcohol propio y 10 euros de entrada, eran las condiciones que se pedían para participar en la quedada ilegal del convento de Santa Clara de Derio, en Vizcaya. Las premisas se anunciaron por las redes sociales, prometiendo una fiesta por todo lo alto, a la que más tarde acudieron jóvenes de diferentes partes y grupos, ya que muchos ni siquiera se conocían entre ellos.

La Ertzaintza, policía autonómica del País Vasco, sorprendió en la noche de lunes a martes a los casi 70 veinteañeros que participaban en la fiesta clandestina. Sin embargo, al tratarse de una propiedad privada no podían acceder al convento por las limitaciones legales, por lo que, al no encontrar la forma de desalojarles, la identificación se alargó durante el día siguiente. Los jóvenes se negaban a salir al grito de ‘libertad, libertad’, costó casi toda la noche desmantelar la reunión, pero alrededor de la una y media de la tarde los policías daban por finalizada la operación, que ha terminado con las 67 personas denunciadas por saltarse las normas sanitarias contra el covid-19.

Algunos de los jóvenes encargados de organizar el evento, habían alquilado la instalación a las Clarisas de Derio, unas monjas de clausura, habitantes del inmueble y acostumbradas a este tipo de negocios, pues no era la primera vez que aprovechan la hospedería para alquilarla y sacar algo de beneficio, ya que cuentan con una segunda sede en Burgos. Según el periódico vasco, El Correo, las monjas no han querido entrar en detalles sobre la fiesta.

El Ayuntamiento de Derio ha trasladado su «indignación» ante la «falta de responsabilidad» e «insensatez» de los jóvenes, que son «personas ajenas al municipio» vizcaíno. No obstante, ha pedido que no se relacionen estos comportamientos con toda la juventud.

La alcaldesa, Esther Apraiz, ha manifestado el «malestar» de los habitantes de Derio ante este tipo de actuaciones y ha apelado «a la responsabilidad individual y colectiva y al cumplimiento de la normas sanitarias». A su vez, ha lamentado que el municipio «sea noticia por estos hechos reprochables¨.

Berta Santiago Egido