LA VACUNA ESPAÑOLA: SIN PAUSA, PERO SIN PRISA

El hecho de tener una vacuna española que nos ayude en la lucha contra el coronavirus parece una tarea a largo plazo. Actualmente más del 2% de la población española ya estaría vacunada mediante las dosis proporcionadas por Pfizer y Moderna, pero todavía por ninguna empresa española. En los inicios de la pandemia, empresas españolas se pusieron manos a la obra para la creación de una vacuna “made in Spain”, pero todavía siguen en camino.

Hoy conocemos una nueva noticia en relación con las mismas: Ha habido éxito en las pruebas realizadas a 22 ratones. El CSIC anuncia el 100% de la eficacia de sus dosis en los primeros ensayos en animales. Ha sido este jueves cuando el Ministerio de Ciencia lo ha anunciado. Los responsables de esta vacuna experimental son Mariano Esteban y Juan García Arriaza, que han explicado que el camino no ha sido fácil y se han colocado muchos obstáculos en este camino hacia la vacuna: “Tenemos que ponernos las pilas para que el día de mañana, cuando venga una nueva pandemia, tengamos todo puesto a punto y no dependamos de otros”.

Son muchos los obstáculos que se han interpuesto en el desarrollo de la vacuna española (entre ellos poder hacerse con ratones de laboratorio para empezar a probarla), y ahora se enfrentan al siguiente: en España no disponemos de monos de laboratorio con los que poder seguir probando la vacuna, así que los investigadores tendrán que desplazarse a Países Bajos para experimentar.  

Ni que decir tiene que el gran problema que hubo desde un inicio fue la falta de empresas que produjeran vacunas para humanos. Finalmente, y según cuenta García Arrianza, del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), se contactó con Biofabri, una compañía gallega que se puso manos a la obra y a trabajar desde cero con un presupuesto que rondaba los 700.000 euros. Teniendo en cuenta que el presupuesto de Pfizer, una de las principales empresas de suministro de vacunas en todo el mundo ha invertido 1.700 millones de euros, el presupuesto español se queda a mitad de camino en la carrera.

A pesar de que todo apunta a una meta que aún está lejos, es importante destacar que el personal científico hace todo lo que puede con los métodos que están a su alcance: “Las condiciones laborales que tenemos los científicos en España son lamentables y la ciencia la hacen las personas. Si tiene que estar pensando en que dentro de un mes se te acaba un contrato, esto también repercute en la producción científica”, así explicaba la situación García Arrianza. Y no es el único; el propio ministro Pedro Duque afirmaba en una entrevista para EL PAÍS que “las condiciones de los científicos españoles son peores que la que había en 2010”.

Esther González González