RECUPERACIÓN DEL OLFATO TRAS PASAR EL COVID-19: ¿QUÉ DEBES SABER?

El coronavirus ya ha afectado a más de 2.800.000 personas en España, y las secuelas que este virus deja por nuestro cuerpo varían dependiendo de cada caso. Lo que está claro es que uno de los síntomas y secuelas que más se han experimentado ha sido la pérdida del olfato o también llamado “anosmia”. Según los últimos estudios multicéntricos europeos, en torno al 88% de los pacientes con COVID-19 presentan una pérdida del olfato.

El estudio liderado por Marta Ochoa del Servicio de Neurología de HM Hospitales, ha afirmado que un 90% de los pacientes afectados con anosmia, lo que es considerado como la pérdida total del olfato, vuelven a recuperarla antes de 60 días. Por este motivo, se hace imprescindible que se realice un buen entrenamiento del olfato, para intentar reducir al máximo este tiempo.

¿POR QUÉ PERDEMOS EL OLFATO?

Las causas son varias, aunque lo más frecuente son las infecciones virales del sistema respiratorio superior, que nos provocan constipados, sinusitis, bronquitis… Pero además también se pueden dar otros casos como la inflamación crónica de la nariz o el tratamiento craneoencefálico, que produce un grave daño a este sentido. Según un estudio reciente de la Facultad de Medicina de Harvard, el virus SARS-Cov-2 infecta a las células nerviosas de la cavidad nasal y no a las neuronas, provocando así la anosmia.

GRADOS DE PÉRDIDA DE OLFATO

Normalmente lo que se produce cuando el coronavirus entra en nuestro cuerpo es la anosmia, es decir, la perdida de olfato calificada como grave. Podemos clasificarlas en pérdida de olfato leve, que se mide de 0-7 puntos y una perdida grave o total de 7-10 puntos. Para conocer si sufrimos de anosmia, deberíamos acudir al médico y someternos a una olfatometría para cuantificar en que grado se encuentra la pérdida de olfato.

RECUPERACIÓN OLFATO

Como ya hemos adelantado, la mayoría de los casos de pacientes con pérdida de olfato, suelen recuperarse en un plazo de hasta 60 días, aunque hay un 10% de pacientes a ls que le puede costar mucho más tiempo. Por ello, es bueno llevar a cabo un entrenamiento olfativo, es decir, hacer una terapia sencilla para recuperarlo cuanto antes. Lo mejor de todo es que se trata de una terapia fácil, barata y que podemos hacer en casa sin problema.

Este entrenamiento olfativo consta de trabajar con elementos domésticos que nos proporcionen un gran abanico de olores. Los más utilizados en este tipo de entrenamientos están siendo: las cáscaras de naranja y limón, la nuez moscada, el clavo, la menta, el eucalipto, el café molido, el coco y la canela. La idea es ir cambiando estos olores de cuatro en cuatro, y continuar la rutina, aunque se observe una mejora inmediata.

De igual forma y ante la duda, lo mejor siempre será que un profesional te indique cuales son las mejores alternativas para la recuperación del olfato, pero mientras tanto, este entrenamiento olfativo es una buena decisión.

Esther González González