BIDEN PULSA EL RESET: 20 DÍAS PARA ALEJARSE DE TRUMP

Casi tres semanas después de jurar su cargo como presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden ha puesto en marcha toda la maquinaria legislativa para dejar atrás el legado de Donald Trump. El inaudito esfuerzo de Biden por romper las dinámicas del anterior presidente se ha centrado en diferentes ámbitos: desde el medio ambiente hasta la lucha contra el coronavirus, pasando por la inmigración y la economía.

El demócrata prometió durante la campaña una actuación más firme contra el coronavirus por parte del Gobierno federal. El expresidente republicano se vio envuelto en varias polémicas, y su laxa actitud frente a la pandemia fue muy criticada. Estados Unidos es el país con más casos y muertes debido a la enfermedad, por lo que Biden no ha dudado en comenzar su legislatura prestando especial atención a la crisis sanitaria. El demócrata cumplió su promesa y anunció el regreso de la potencia norteamericana a la OMS. Además, ha impulsado varias medidas destinadas a la realización de más test de detección y la reapertura segura de los colegios. También ha decretado la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público y ha impuesto una cuarentena obligatoria a todas las personas que entren al país.

Otra de sus propuestas más importantes desde que se postuló como candidato a la presidencia fue la de combatir el cambio climático. En este aspecto, su postura choca frontalmente con la de Trump. Para marcar distancias, durante su primer día en la Casa blanca selló la vuelta de EE. UU. al acuerdo de París, del que Trump salió en 2017. Además, ha anunciado la prohibición del fracking —una técnica de extracción de crudo muy polémica por su impacto ambiental— en territorio federales.

El movimiento Black Lives Matter evidenció la necesidad de medidas para avanzar hacia la igualdad racial en Estados Unidos. Mientras que Trump acusaba a los manifestantes de terroristas, Biden mostró su apoyo al colectivo afroamericano. Ya ha ordenado a los departamentos de su Gobierno que realicen evaluaciones para concretar medidas que vayan en esa dirección. También ha levantado el veto que impuso Trump a los transexuales en el Ejército y ha eliminado el cierre de fronteras a los viajeros de siete países musulmanes.

Pero si por algo se ha caracterizado Donald Trump es por su defensa a ultranza del muro con México. La política migratoria durante el mandato del republicano ha sido estricta, y Biden no ha tardado en dejar claras sus diferencias. En su primer día como presidente ordenó detener la construcción del muro. Además, ha declarado su intención de regularizar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que hay en el país y ha planteado la posibilidad de ofrecer la residencia permanente a los dreamers, los cerca de un millón de jóvenes que llegaron a EE. UU. con sus padres cuando aún eran menores de edad. Para eso, también ha firmado una orden ejecutiva para preservar y fortalecer la DACA, un programa federal que protege a este colectivo de la deportación.

Joe Biden ha dejado clara desde el principio la dirección que piensa tomar durante su mandato en los ámbitos más importantes de la política estadounidense. No ha sorprendido su actitud disruptiva frente al legado de Donald Trump, por lo que ya comienza a vislumbrarse una nueva época —radicalmente distinta a la anterior— en la Casa Blanca.