MARIO DRAGHI CONSIGUE EL APOYO DEL SENADO ITALIANO

El expresidente del BCE, Mario Draghi. Banco Central Europeo

El seguramente próximo primer ministro de Italia, Mario Draghi consiguió este miércoles el apoyo del senado italiano, uno de los primeros pasos para ser el próximo jefe del Ejecutivo italiano.

El expresidente del Banco Central Europeo ha conseguido el sí de la Cámara Alta con el visto bueno de 262 senados, 40 votos en contra y dos abstenciones. 15 votos en contra han sido dados por senadores del partido Movimiento 5 Estrellas (M5S) y 19 han sido de la formación política Hermanos de Italia.

Con el apoyo del Senado de Italia ya obtenido, deberá enfrentarse al segundo paso para su investidura, el apoyo de la Cámara baja o Cámara de Diputados, donde se espera que obtenga también la mayoría necesaria para poder ser investido como primer ministro de Italia junto con su nuevo gobierno. Un gobierno formado por políticos de varias formaciones políticas y tecnócratas en carteras de Economía.

El expresidente del BCE ha prometido que erigirá la «credibilidad del Gobierno» y ha agradecido al presidente de la República, Sergio Mattarella la confianza depositada en él.

Un gobierno sin partido dominante

Fue en este mes de enero que el gobierno italiano sucumbió a otra crisis que derivó en la dimisión del primer ministro y de un país en plena crisis y pandemia sin gobierno. Ante esto, el presidente de la República, Sergio Mattarella, pidió al presidente de la Cámara de los Diputados, Roberto Fico la formación de un gobierno. Tras las diversas consultas, Fico vio complicado formar un gobierno con un amplio apoyo y Mattarella recurrió a Mario Draghi, expresidente del BCE entre 2011 y 2019, como el hombre pertinente para acabar con la crisis política y formar un gobierno que no tenga un partido político dominante.

El ejecutivo de Mario Draghi estará compuesto por 23 ministerios donde los partidos que le apoyan tendrán cartera, pero las carteras de temática económica o las relativas a Interior o Transición Energética estarán controladas por tecnócratas. Una decisión que no ha estado exenta de críticas por parte de sectores políticos italianos.

Mónica Giner González