EL ANSIOSO ENCUENTRO DE LA FINAL DE COPA DEL 92

Diario MARCA reunió la pasada noche al alcalde de Madrid con sus ídolos, goleadores de aquel mítico partido de la Copa del 92

El 27 de junio del 92, los rojiblancos conquistaban el título derrotando en la final al Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu, un recuerdo que se conserva intacto y eterno en la memoria de los aficionados. Para los atléticos, una de estas evocaciones imborrables es la final de Copa del Rey de 1992.

Aquel partido lo protagonizaron Paulo Futre y Bernardo Schuster. El partido acabó 0-2 y ellos fueron los autores de los dos golazos, provocando un partido inolvidable para los colchoneros.

José Luis Martínez- Almeida, en aquel momento, un fan desconocido, pudo vivir y disfrutar esa final desde las gradas. A día de hoy, pasó de ser un desconocido a ser el actual alcalde de Madrid.

Almeida fue el primero en llegar a la cita, en un exclusivo reservado en el corazón de la capital. Recibe a Schuster con un efusivo abrazo y, de inmediato, la atmósfera del salón se envuelve de fútbol. «Me acuerdo de un gol que le marcaste a Zubizarreta desde la frontal del área, con un toquecito… Es de los mejores goles que yo he visto». Enseguida la conversación deriva hacia aquella mítica final del 92. El alemán abrió la cuenta apenas iniciarse el partido. Recuerda perfectamente, cómo no, aquella diana: «Además se lo dije a Buyo en el pasillo según salíamos al césped: a la primera te la voy a meter», rememora con una sonrisa. Dicho y hecho, clavó un golazo a los 7 minutos en la portería del Fondo Sur, donde se concentraba la parroquia madridista. «¡Y te fuiste a aquel fondo a festejarlo!» exclama el alcalde entre risas. «¡Sí! Y me dije: Bernardo, aquí no celebra nadie… este no es tu sitio.» Los dos coinciden en una reflexión cargada de nostalgia: «Qué bien lo pasamos ese día… Una de esas noches que no quieres que termine nunca.»

Paulo Futre, que también participó en el encuentro, quiso darle las gracias al alcalde por su reciente comentario en el Hormiguero, dónde le reconoció como su gran ídolo: “Por aquel entonces le dije a mi madre que, si moría, esparciese mis cenizas por la banda izquierda del Calderón, por donde corría Futre». A lo que Paulo reaccionó muy emocionado. «Es que fue increíble. Cuando dices lo de las cenizas…» Futre relata que «mucha gente en mi país lloró en ese momento conmigo. Tocó el corazón de todos mis compatriotas. Sus palabras fueron para mí el mejor homenaje posible. Es que una cosa es decir ‘es mi ídolo’… pero cuando dijo lo de las cenizas, es que me mató y reventé a llorar en directo. Que un portugués obtenga ese reconocimiento desde España… ¡Y viniendo de quien viene!».

Laura Carbonell Cánovas