TRATAMIENTOS PARA CUIDAR EL ACERO INOXIDABLE

Hoy no suena muy raro decir que tenemos muchos objetos en nuestro hogar que están formado de acero inoxidable. Cada vez más se utiliza este tipo de metal para evitar la corrosión en los objetos que lo forman. Este material forma parte de la vida moderna y actual y por eso es importante conocer cuáles son los mejores tratamientos para este tipo de material.

Para conoce run poco más sobre este tipo de acero, recordemos que es resistente a la corrosión, es decir, no se destruye a sí mismo cuando está expuesto a diversas situaciones. Si buscamos un por qué a esta característica, la respuesta es: el cromo. Es un tipo de metal que está presente en el acero inoxidable y permite la formación de una capa que evita esta oxidación.  

Hoy en día, el acero inoxidable puede encontrarse en artículos del hogar como tenedores, cuchillos, cucharas, ollas, sartenes… pero además también en piezas de automóviles, en ciertos elementos de los edificios y las casas e incluso en exteriores, formando parte de grandes fachadas o señalizaciones. Su uso está cada vez más generalizado debido a sus características: es resistente a altas temperaturas, permite acabados con formas atractivas, su ligereza, su resistencia y su facilidad a la hora de limpiarlo.

¿QUÉ TRATAMIENTOS DEBERÍAMOS LLEVAR A CABO?

• Electropulido: consiste en un tratamiento electroquímico creado por la disolución anódica de la superficie del acero inoxidable que da como resultado un acabado brillante y mejorando las propiedades inoxidables del acero. Con este tipo de tratamientos podremos conseguir una disminución de la rugosidad, uniformidad en la superficie y también en cualquier arista del elemento que estemos tratando, así como una gran limpieza y asepsia.
• Pasivado: se trata de un proceso que nos sirve también para mejorar el acero inoxidable. Cada vez se hace más imprescindible llevar a cabo este tratamiento para asegurar una correcta resistencia a la corrosión teniendo en cuenta el tipo de aleación presente en el material.
• Decapados de acero: El decapado es otro de los procesos que sirven para obtener las mayores capacidades del acero inoxidable. En este caso, el decapado nos permite obtener una superficie totalmente descontaminada y libre de marcas de termo soldadura. De esta forma la superficie será completamente lisa, asegurando un acabado perfecto. Además, las superficies que han sido tratadas mediante el decapado garantizan las propiedades anticorrosivas del acero inoxidable.
• Níquel químico: es uno de los procesos más recientes en cuanto al cuidado del acero (y otro tipo de metales). Este proceso de nueva incorporación sirve para obtener capas de níquel aleado con Fósforo (NiP) sobre superficies metálicas mediante la vía química sin tener que utilizar la corriente eléctrica. Las capas creadas por el níquel suponen poder evitar operaciones de rectificado posteriores, facilitando cualquier ajuste en el metal. Además, esta capa genera una alta resistencia a la corrosión, ya que el níquel no es poroso y tiene una gran capacidad cubriente. Por último, su característica como material duro hace que se pueda elevar la dureza mucho más.

Esther González González