DIMITE EL DIRECTOR MUSICAL DEL “TEATRO BOLSHÓI” DE MOSCÚ, POR LA GUERRA CON UCRANIA

“Frente a la imposibilidad de elegir entre mis queridos músicos rusos y franceses, he decidido dimitir de mis funciones como director musical del Teatro Bolshói de Moscú y de la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse con efecto inmediato» comunicaba Tugan Sokhiev, director de orquesta ruso, que ha abandonado su cargo y su participación en la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse en Francia, a raíz del reciente conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.  

Comenzaba la declaración en la que el director se retiraba “Sé que mucha gente quería conocer mi posición sobre lo que está ocurriendo en este momento y están esperando a que hable. Me ha llevado bastante tiempo poder procesarlo y expresar los complejos sentimientos que me produce. Lo primero, debo decir lo más importante: nunca he apoyado ningún conflicto. No los acepto en ninguna forma ni manifestación. El hecho de que alguien pueda cuestionar mi compromiso con la paz y pensar que, como músico, puedo abogar por otra cosa que no sea la paz en nuestro planeta me impresiona y es insultante”.

Sokhiev se ha resistido al posicionamiento que el alcalde de Toulouse, Jean-luc Moudenc le exigía, lo que ha conllevado su abandono como parte de la Orquesta Nacional del Capitole tras 20 años de carrera en el cargo de director y que compaginaba con la dirección musical del Bolshói de Moscú. La presión por conocer la opinión del ruso acerca de la invasión de Rusia a Ucrania ha terminado con la oposición de este a adoptar una postura política y por tanto en su retiro profesional.

Critica, además, la manera en que sus compañeros «artistas, actores, cantantes, bailarines o directores de cine reciben amenazas y son tratados de manera amenazante y víctimas de la cultura de la cancelación. Me piden elegir entre una tradición cultural en lugar de otra. (…) Pronto me pedirán que elija entre Tchaikovsky, Stravinsky y Shostakovitch o Beethoven, Brahms y Debussy. Esto ya sucede en un país europeo como Polonia, donde la música rusa está prohibida», lamentó.

El director también reprocha la tendencia a forzar a sus compañeros del ámbito artístico a posicionarse a favor o en contra de temas políticos que no tienen que ver con el ejercicio del su talento y profesión. Sokhiev criticó la manera en que los «artistas, actores, cantantes, bailarines o directores de cine reciben amenazas y son tratados de manera amenazante y víctimas de la cultura de la cancelación.” Añadió entonces que le obligan a tomar partido «Me piden elegir entre una tradición cultural en lugar de otra. (…) Pronto me pedirán que elija entre Tchaikovsky, Stravinsky y Shostakovitch o Beethoven, Brahms y Debussy. Esto ya sucede en un país europeo como Polonia, donde la música rusa está prohibida», lamentó.