CONFLICTO UCRANIA: ZELENSKI PIDE AYUDA PARA RECONSTRUIR UCRANIA

March 25, 2022, Kyiv, Ukraine: Ukrainian President Volodymyr Zelenskyy updates the people of Ukraine on day 30th of the Russian invasion, March 26, 2022 in Kyiv, Ukraine. (Credit Image: © Ukraine Presidency/Ukraine Presi/Planet Pix via ZUMA Press Wire)

El conflicto en el este de Europa continúa, en la jornada 88 de la invasión, las tropas rusas siguen concentrando sus ataques en la zona del Donbás.

Por otro lado, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido a los empresarios extranjeros que se localicen en Rusia, que abandonen el país y ofrece su nación, para florecer como negocio y, además, ayudar a reconstruirlo tras la destrucción perpetrada por las tropas de Putin.

Además, hoy lunes se ha confirmado que un tribunal ucraniano ha declarado culpable al soldado ruso acusado de asesinar a un civil desarmado el 28 de febrero. Vadim Shishimarin, así se llama el comandante de tanque, que ejecutó a un hombre de 62 años.

El alcalde de Mariupol, ciudad devastada por los ataques rusos, ha dicho que los invasores quieren hacer creer que la vida va regresando poco a poco, pero que los rusos hacen oídos sordos a las peticiones de la población y ha comparado la región con «Venecia».

«Como era de esperar, sin embargo, las lluvias han transformado la ciudad en una Venecia. Las alcantarillas están obstruidas, el agua de lluvia se esparce por toda la ciudad junto con los desechos, provocando su descomposición» y la «tomaina» (un compuesto de sustancias orgánicas derivadas de la descomposición de los cadáveres). «La amenaza de una epidemia se vuelve cada vez más concreta, con cada tormenta».

Petr Andryushchenko, alcalde de Mariupol

Además, hoy se ha conocido que Lituania se ha sumado a la lista de países que dejarán de importar energía rusa. El ministro de Energía, Dainius Kreivys, explicó que la decisión se debe a la necesidad de «no financiar la maquinaria de guerra» del presidente ruso, Vladimir Putin. Una decisión que llega después de que Moscú amenazase con cortar el suministro de gas a los países que considera «hostiles», y que ha perjudicado ya a Bulgaria, Polonia y Finlandia.