La ‘Big Fucking Party 2025’: la rave ilegal que paraliza Ciudad Real

Desde la noche del 31 de diciembre de 2024, una rave ilegal denominada «Big Fucking Party 2025» ha congregado a aproximadamente 5.000 personas en una parcela del polígono industrial cercano al aeropuerto de Ciudad Real. Este evento, sin autorización oficial, ha atraído a asistentes de diversos países europeos, incluyendo Italia, Francia, Alemania, Holanda y Suiza, así como de distintas regiones de España.

La fiesta cuenta con varios escenarios donde se ofrecen sesiones continuas de música electrónica, principalmente techno, que se escuchan a más de 15 kilómetros de distancia. Además, se han instalado puestos de comida, bebidas y merchandising, creando un ambiente similar al de un festival convencional. Los asistentes se alojan en más de 1.500 vehículos, entre autocaravanas, furgonetas y coches, muchos de ellos con matrículas extranjeras.

Las autoridades locales, incluyendo la Policía Nacional y la Guardia Civil, han establecido un dispositivo de seguridad para controlar el tráfico y prevenir incidentes, especialmente debido a la densa niebla que ha dificultado la visibilidad en la autovía A-43. Hasta el momento, no se han registrado incidentes graves, y la actitud de los participantes ha sido pacífica. No obstante, se han realizado algunas intervenciones, como la detención de un hombre buscado por tráfico de drogas.

El subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, David Broceño, ha indicado que, debido a la magnitud del evento y al elevado número de asistentes, no se prevé un desalojo inmediato sin una orden judicial, priorizando la seguridad y evitando posibles conflictos. Se estima que la rave podría prolongarse hasta el 7 de enero de 2025, similar a ediciones anteriores celebradas en localidades como La Peza (Granada) en 2023 y Fuente Álamo (Murcia) en 2024.

La empresa propietaria del aeropuerto de Ciudad Real ha interpuesto una denuncia por ocupación de suelo contra los organizadores de la fiesta. Sin embargo, la identidad de los organizadores sigue siendo desconocida, ya que la convocatoria se realizó a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería, manteniendo el lugar exacto en secreto hasta el último momento.

A pesar de las bajas temperaturas, que han llegado a descender por debajo de los cero grados, los asistentes continúan disfrutando de la música y el ambiente festivo. Las autoridades locales y los residentes de las poblaciones cercanas han expresado su preocupación por las posibles molestias y el impacto ambiental que este tipo de eventos pueden generar, aunque, por el momento, no se han reportado problemas significativos en las localidades adyacentes.