Los aceites naturales se alían con la hidratación invernal

El invierno trae consigo bajas temperaturas y aire seco que pueden deshidratar y sensibilizar la piel, que también sufre los estragos de espacios secos por la calefacción, siendo todo un reto para la epidermis conseguir una hidratación más profunda y duradera. 

Los aceites naturales se han convertido en un aliado ideal para combatir estos efectos gracias a sus propiedades nutritivas, hidratantes y protectoras. Aquí exploraremos sus nutrientes esenciales, la diferencia entre aceites faciales y corp

Qué hace de los aceites una opción perfecta

En realidad, son sus propios componentes que utilizan las marcas de cosmética natural los que hacen que el aceite sea una opción perfecta para la piel en invierno. 

Gracias a sus ácidos grasos esenciales como el Omega 3, 6 ó 9, que mantienen la barrera cutánea y previenen la pérdida de humedad, las vitaminas dependiendo de su formulación que suelen potenciarse con Vitamina E como antioxidante y el llamado retinol natural de la Vitamina A y, sumados a los fitoesteroles para la inflamación y los polifenoles también antioxidantes, consiguen nutrir la piel en profundidad y ofrecerle toda la hidratación que necesita en los meses más fríos.

Sin embargo, tal como explican desde Amodinho, hay que saber diferenciar entre los que están formulados para ser tratamiento facial, con una textura más ligera que no obstruye los poros y los corporales, más densos que buscan proporcionar más hidratación a zonas más complejas y secas como pies, codos y rodillas y diseñados para retener la humedad y proteger la piel.

De ahí que, los primeros, suelan estar siempre formulados con aceite de argán, jojoba o rosa mosqueta y, los segundos, con almendras dulces, coco o sésamo.

Además, hay que saber aplicarlos. Los faciales están pensados para su uso tras un suero o mezclados con la crema hidratante habitual tanto diurna como nocturna mientras que, en el caso de la aplicación corporal, son ideales para su aplicación con la piel algo húmeda tras la ducha para permitir sellar la hidratación.

Las principales plantas elegidas para sus formulaciones

Aunque ya se anticipó previamente el tipo de componentes más habituales, sin duda, hay un top 5 en el mundo del aceite para hidratación:

1. Rosa mosqueta: Con alto contenido de ácido linoleico y antioxidantes, promueve la regeneración y combate la resequedad.
2. Argán: Extraído del árbol de argán marroquí, contiene propiedades hidratantes y anti-envejecimiento.
3. Caléndula: Su aceite es ideal para pieles sensibles gracias a su acción calmante y regeneradora.
4. Lavanda: Con propiedades relajantes y nutritivas, ideal para piel agrietada o seca.
5. Karité: El aceite o manteca de karité es ultra hidratante y perfecto para restaurar la piel dañada por el frío.